La gestión integral de una explotación ganadera en la actualidad es una eficaz herramienta para primero, conocer las características propias de nuestra explotación y segundo, con estos datos poder aplicar mejoras en los procesos con el fin de optimizarlos.
La gestión integral de una explotación abarca dos campos importantes, el control de datos técnicos y el de los datos económicos. Con el conocimiento de ambos, las decisiones técnicas a tomar tendrán una base y unos objetivos concretos. La base de trabajo debe ser la monitorización de los procesos productivos y el desarrollo de un modelo concreto adaptado tanto a los requisitos del titular como a las características propias de la explotación.
